NUESTRA FILOSOFÍA

El contexto actual mundial con sus distintos escenarios se muestra algo complejo y nos emplaza a enfrentar nuevos desafíos. Entre los más urgentes debemos mencionar el cambio climático, la escasez de recursos, la extinción de especies, la contaminación ambiental, el incremento poblacional (año 2050 seremos alrededor de 10 billones), las guerras, las catástrofes naturales, la escasez de agua, la sensación de desamparo de vastas poblaciones, el trabajo y desplazamiento forzado, entre otros. 

Por otro lado observamos que la humanidad ha sabido superar c on éxito muchos desafíos realizando significativos progresos como es la revolución industrial, la revolución verde, la revolución tecnológica, la revolución médico sanitaria, la revolución informática, además de la erradicación o control de distintas enfermedades. Actualmente miles de centros de investigación dispersos por todo el mundo están generando nuevos conocimientos que en muchos casos urgen su pronta aplicación. Será difícil evitar que estos adelantos conlleven cuestionamientos éticos, como el caso de la manipulación genética, pero el ser humano también esta llamado a enfrentar y superar estos desafíos.

Al mismo tiempo el mundo se hace más pequeño. Hoy más que nunca el ser humano intensamente globalizado seguirá dependiendo entre sí para poder afrontar los desafíos actuales y futuros del planeta porque afectan a la humanidad entera.
Después de la llegada Europea en América Latina ambos continentes experimentaron cambios sociales y diversos desarrollos que no podrían explicarse separadamente. En los últimos siglos numerosos factores han influido los distintos desarrollos culturales, sociales y económicos, conllevando a ambos continentes hacia un intensivo contacto, incomparable al contacto habido con otras regiones del mundo.

A pesar de ello América Latina y Europa presentan diferentes perspectivas, internas y externas, ante diferentes temas como los relacionados al comercio, la economía, la tecnología, la migración y el tipo de gobierno. Todo esto bajo un denominativo común que es el respeto mutuo a la autodeterminación, la toma de decisiones, la legitimidad, y a la tradición e historia de nuestras sociedades. El rescate de este marco de respeto es importante para asegurar un clima de un trato equilibrado y recíproco, el que debe sobreponerse a las intenciones de crear fronteras y muros que mas bien agravan nuestros desafíos comunes. En la misma línea con los desarrollos de los últimos siglos, la búsqueda de vías equivalentes de intercambio, se convierte ciertamente en una necesidad ineludible, histórica e impostergable para enfrentar nuestros desafíos universales y disfrutar de sus beneficios también en su conjunto.

En las últimas décadas, este raciocinio parece fungir de pilar a las señales que ya empiezan a revelar una fase siguiente del desarrollo humano. Actualmente nos dirigimos hacia una economía basada en la transformación de la biomasa, el avance de la ciencia y tecnologías limpias, la nanotecnología, la aplicación de la mecánica cuántica, el aumento de la esperanza de vida y la marcha hacia una comprensión superior del comportamiento de la naturaleza. Al mismo tiempo nos debemos prudencia y vigilia para cuidar de no caer en excesos. Entretanto hay mucho por hacer.  OLACE (01-11-2016)


CONSIGUE UNA COTIZACIÓN

Contáctenos

Share by: